6 de des. 2009

Corre niño, corre - Todo + Final

Acababa de programar la reproducción del vídeo, pero debía esperar que la camara girase 82 para darle al play. Gracias a un sencillo mecanismo atado en el pequeño tripode que enganchaba la cámara a la pared podría saber el momento justo. era una cuerda que al estar a 81 grados girada estiraba una campanila que tenía ligada en la cama James.
La campanilla sonó, la cámara ya estaba a 81 grados, entonces en el tiempo que James le dió click a la reproducción ya estaba a 82. No hubo ningún fallo.
El plan era huir de aquella maldita carcel, para ello, se había de poner un video de otras noches en la cámara que los grababa. James sabía como introducir el video, era fácil, dos dias antes se coló en el servidor y permitió la entrada de videos a las cámaras por Bluetooh. el video tenía una duración de 15 minutos, una duración mínima, pero tenía pocas escenas, si lo hubiese alargado, los vigilantes notarían la repetición, pero cada quince minutos, la camara mira fijamente a el otro lado de la habitación, así contarían con 15 minutos más. El sistema de campana lo había montado 15 minutos antes, mientras la camara no le apuntaba.
James esperó un par de segundos, no sonó la alarma, eso es que los que ojeaban las cámaras no se dieron cuenta de que habían infiltrado un video, podrían haverse dado cuenta si hubiese puesto en reproducción el video antes o después porque podría haver una repetición o un salto, algo muy sospechoso.
James sacó unas tijeras de bajo la almoada y cortó el hilo transparente que llegaba a la campanilla, sino, a los 15 minutos sonaria otra vez, porque se destensaria y el pequeño palo de su interior chocaría al otro extremo. Sabía que era un sonido que apenas se notaba, pero en su habitación estaba "El Sordo" que lo escuchaba todo.
Guardó la campanilla bajo la cama y las tijeras en su bolsillo, se levantó de la cama para caminar hacía la puerta cuando de repente un guardia del pasillo dijo "¡Eh tú!".
James alarmado se puso bajo las sabanas.
Temía que el guardia le hubiese visto o que "El Sordo" lo hubiese oido, si se despertase, sabiendo que se queja de todo, se habría quejado al guardia, por lo que el guardia avisaría a todos los que pasarían por ese piso por el walkie de que no hiciesen ruido, pero su manera de decirlo sería más o menos "Estoy aquí en la habitación A, de la planta 3. No hagaís ruido que un chico es fácil de oido". Por lo cual, si escuchasen los revisores eso y viesen que en el video de la cámara no se viese el guardia, habría el problema.
El guardia pasó de largo, y "El Sordo" ni se movió.
Ahora el problema era si el guardia vió a los compañeros con los que iba a fugarse, que habían de salir de la B a abrirle la puerta a él para que pudiesen huir todos.
Por la ventanta por la que creyó James que le vió miró hacía donde iba el guardia. Resultó ser que había una rana en medio del pasillo.
James aprovechó que el guardia se fue a dejarlo en la sala de Biologia para enviar un mensaje por Bluetooth a su compañero. El mensaje hizo vibrar su mobil, lo que le avisaba de que ya podía ir a por todos.
Sin pensarselo, Arnold salió de la B hacía la A. Le abrió a James y se fueron dejando atrás las puertas abiertas. En la C, se unieron al grupo Sidney, Mark y Matilda.
Ahora, mientras bajaban debían pasar al piso de castigados en el segundo piso. Ahí estaba Steward. El plan que tenían para el piso de castigados era un poco improvisado ya que lo habian castigado aquella misma tarde, no podian entrar puesto que habían 4 guardias, así que hicieron un mecanismo con hilos.
Esperaron a que dos guardias se pusiesen cerca de las estanterias y en un sitio justo. Entonces, estiraron los hilos de tal manera que cayeron dos cajas de madera sobre ellos. Una tenía carbón y la otra hierro.
Cayeron heridos los dos y por suerte ninguna caja cayó al suelo. Por lo cual, ningún niño despertó. Entonces, sigilosamente entraron, Mark sacó una caja con carbón y se la lanzó a uno de los guardias restantes, y acto seguido, Steward se levantó de su cama e hizo lo mismo.
Luego, Arnold toco un poco la estanteria y la inclinó, para que hubiese parecido un accidente.
Todo el grupo bajó hasta la planta baja.
Ahí, con las tijeras de James a una baldosa ya rota hicieron palanca hasta que los demás con las manos la levantaron y apartaron.
Todos se lanzaron dejando la baldosa fuera, cayeron en las cloacas. En un agua que olía a mierda en sí, a saber que les daban en ese internado.
Todos salieron del agua y se dirigieron a la escalera que tenían en frente. La subieron y salieron a la calle. Entonces fueron corriendo todos juntos hacía una casa que había en Fabra i Puig. Era una casa abandonada y algo asquerosa que tenía la familia de Arnold.
James no dejaba de mirar a Matilda, para nada quería que se quedase atrás.

Aquella noche nadie dormió. No porque no hubiesen camas, no, sobraban, no dormieron por pánico y miedo. El padre de Arnold hacía camas y las que salian mal según sus superiores pero tenían un mínimo de calidad y decencia, las guardaba ahí.
Sid, puesto que no podía dormir fue a cotillear cosas.
Steward le sigió.
Tras un buen rato, cuando todos ya eran conscientes de que habian hecho y no estaban sorprendidos y por lo tanto, estaban hablando, Steward y Sid encontraron una pistola con 4 balas dentro el cargador y otras 4 fuera.
Sid quiso enseñarsela a Arnold, él sabía algo de armas, pero Steward se lo impedió. Podría ser una trampa, talvez la pistola era de Steward y las balas para ellos. Decididos la dejaron entre dos colchones que había por ahí.
Sin querer decir nada a nadie, volvieron con los demás.
El estúpido de Mark estaba repartiendo porros como golosinas. Todos aceptaron, era bueno y gratis. Incluso Matilda, que era asmatica y solo había fumado alguna vez y tabaco. Lo hacía más que nada para joder a James, para demostrarle que la gente cambia.
James no cogió ninguno. Simplemente fue a un piso que estaba alojado sobre una salita, en la que habían entrado hacía poco Steward y Sid.
Ahí arriba también podía cotillearse cosas. Así que por no aburrirse, lo hizo.
En un cajón de la única cómoda que ahí había encontró unos papeles.
En los papeles se había escrito un plan de huida, uno identico al que ellos elaboraron. James no creia lo que veia, alguien de ellos lo había planeado todo.
Pero lo había planeado todo, ¿para que?
James se guardo el plan mal plegado en su bolsillo izquierdo e hizo ver que no había encontrado nada. Seguido, volvió con los demás.
Arnold había sacado una botella de vodka. Pasaron la noche matando el silencio a base de bien, contaban cosas que iban a hacer ahora que estaban fuera, pero Sidney sabía que no podrían hacer nada, que aquí algo andaba mal.
Eran las 12:37, Matilda acababa de despertarse. Ella había dormido apenas treinta minutos, mientras que los demás ya llevaban un par de horas. A la derecha de matilda había un vòmito, provablemente suyo, y a la izquierda Sid roncando de una manera molesta. Matilda levantó a Sid, se levantó ella y lo dejó caer suavemente sobre el suelo. Habían amontonados colchones y en ellos la gente encima, también, un par de botellas vacías más de las que recordaba. Pero entonces se dió cuenta de algo, Arnold y Mark no estaban, y además, las latas de cerveza que habían agotado, habían desaparecido.
Matilda miró la puerta y en efecto, estaba abierta. Giró su cuerpo con el fin de ir hacía ella cuando de repente escuchó algo de el almacén si así podía llamarse. Se acercó, y de él salió Arnold. Se miraron apenas un par de segundos y se apartaron en inmediato la mirada. En una ocasión, el primer año que estubo internada Matilda hubo una relación entre ellos, pero según Matilda, no hacían nada de especial. Matilda, apartó el pie de James y se sentó en una pila de colchones. Arnold, sin mirarla a la cara le ofreció una birra. Matilda aceptó, pero resultó ser una tontería, tenía una lata vacía. Arnold se sentó en la aglomeración de colchones en la que estaba Steward y la lata acabó en el suelo. Arnold hizo una proposición mientras bostezaba, propuso dormir hasta que todos estuviesen despiertos. Matilda asintió la cabeza. Arnold se estiró, pero Matilda para nada quería dormir. Se levantó lentamente y fue al almacén, ahora le tocaba cotillear a ella. Ahí había un montón de colchones sucios, y el de arriba vomitado. Matilda, caminó arrastrando los pies por entre las latas de cerveza que estaban ahí y entonces vió sobre una mesa la pistola, con cuatro balas. Cogió dos balas y se las metió en el bolsillo y seguido corrió a detrás de los colchones y vomitó. Luego fue a la entrada y se apoyó en los colchones en los que estaba Sidney.
De la calle entró Mark. Mark, que casi no había dormido, simplemente había... Viajado, fue a coger más cervezas. Cogió una de dos que quedaban y miró la mesa, la pistola estaba ahí. Miró a su alrededor y al ver que no había nadie, colocó las balas en su interior y guardó la pistola entre sus calzoncillos y sus pantalones.
Eran las 15:39, James despertó el último. Todos estaban despiertos, pero el dolor de la resaca les impedía moverse. Matilda, entonces, se dió cuenta que Mark no estaba ahí, que desde esa mañana no lo estaba. Alarmados, se levantaron todos y se pusieron a buscar. Steward cayó al suelo y en un rápido movimiento giró todo su cuerpo, poniendose así mirando contra el suelo y vomitó.

Sid encontró a Mark en unos colchones del almacén, cuando de repente, vió el colchon en el que había guardado la pistola movido. Ya que nadie le había seguido y Mark estaba dormido, inspeccionó el colchon.
No había rastro de la pistola. Sid, preocupado se levantó y fue hacía Steward. Por el camino hacía él informó de que Mark estaba en el almacén. Cuando todos estaban en el almacén, Sidney cogió a Steward por el cuello de su camisa y le preguntó usando insultos donde estaba la pistola. Steward afirmó no haberla tocado. Sid lo dejó y empezó a dar vueltas. ¿Quién la había cogido? Eso se preguntaba él sin parar.
Matilda miró la cómoda en la que antes había la pistola no estaba el arma, alarmada, corrió a ver a Mark por si había pasado algo. Pero solo dormía, no había sido dañado. Matilda, calmada, retrocedió mientras susurraba su alegría puesto que no había sido dañado. James la escuchó. James cogió a Matilda del brazo y la arrastró hasta fuera del almacén. Ahí, miró a Steward y Sid y se apartó un poco para que no le escuchasen. James le preguntó que había dicho, Matilda afirmaba que eran cosas sin importancía. James, nervioso le preguntó que que cosa sin importancia implicaba un arma de fuego. James le preguntó acto seguido donde estaba el arma. Matilda le informó de que había desaparecido y le preguntó que porque tenía tanta importancia eso. James, nervioso, miró a su alrededor y al ver que nadie miraba se sacó del bolsillo izquierdo los documentos que encontró la anterior noche. James le contó que todos tenían plan mientras le enseñaba el programa escrito de lo que habían hecho. Matilda no acababa de creerse que alguien hubiese planeado todo lo que hicieron para huir antes de tiempo.
Mientras charlaban Matilda con James y Sid con Steward, Arnold se dio cuenta que no estaba la pistola donde la había dejado y se puso hecho una furia. Desesperado salió del almacén para subir al piso superior, iba a ver si ahí estaba. Mark se despertó. No había nadie a su alrededor. Se levantó y como al hacer el gesto de sentado notó un dolor, miró que tenía bajo los pantalones. Había un arma. La pistola que los demás buscaban estaba ahí. Mark, dudoso quiso desplazarse hasta la entrada para preguntar que hacía eso ahí cuando de repente vió en el suelo manchas de sangre. Mark intuyó que algo había pasado y alguien había salido herido. En ese momento, entraron Steward y Sid al almacén.

Como Sid le aseñalaba donde estaba la pistola, Mark aprovechó los segundos que no le miraban para guardar el arma ahí donde la tenía. Steward asomó la cabeza entre los colchones y vió a Mark. Steward tapó con su mano izquierda la boca de Sid y hizo un gesto con la cabeza a Mark para que se acercase. Sid se giró y ya entendió que sucedía. Mark se acercó. Steward sacó de tema que le buscaban desde hacía rato. Se escucho un grito. Steward, Mark y Sid salieron del almacén a ver que pasaba, resultaba ser que Matilda se había asustado por una rata. Sid y los demás siguieron a la rata par asustarla y así arrastrarla hasta la puerta. Steward, que no podía esperar la pisó y la chutó hasta la puerta. En ese momento escucharon un ruido de dentro del recinto. Al girarse vieron como en el pequeño hueco que hay desde la pared del almacén y la pared del edificio habían más colchones. Todo el mundo pensó que se habían caido de arriba, pero no sabían el porque. De entre los colchones salió una rata corriendo hacía ellos. Antes de que Matilda pudiese gritar, Steward la pisó. Steward explicó que podía haber pasado provablemente, que con un leve movimiento la rata habría conseguido tirar todos los colchones y luego del susto, la rata salió por patas.
Todos volvieron ahí donde estaban y entonces Matilda preguntó si alguien había visto a Arnold. James se sorprendió que hablase de él, pensaba que ya no lo recordaba, que ahora solo pensaba en otros. Nadie contestó. Mark, a punto de explotar, dijo que le había dicho que se había ido. Era lo único que podía decir, no podía reconocerlo todavía, además, no sabía como había ocurrido todo. Nadie se preocupó entonces.
Matilda, miró a James y al ver que estaba parado sin hacer nada, se fue. James todavía se sorprendía de la preocupación por Arnold de Matilda. Arnold y él eran grandes amigos, pero también alguna vez Arnold se había cabreado por alguna tontería y se hicieron grandes enemigos, pues porque duele tanto que un amigo te traicione, que pasa a ser el peor de los enemigos. James decidió que la pròxima vez que viese a Arnold le daría una buena paliza, por puro placer. James avisó de que iba al supermercado y preguntó que si alguien quería algo. Mark, con los cojones de corbata se acercó a él y le pidió que le comprase bolsas de basura. James no preguntó, solamente pedía el dinero. Cuando todos ya le habían dado las monedas y le habían pedido lo que querían, James se fue. James mientras se iba chutaba una lata de cerveza por diversión. La lata tenía sangre.
Mark no sabía que hacer, había matado a alguien y había sido tan cobarde de esconderlo. Mil dudas pasaban por su mente. Matilda ayudó a recoger a Steward los restos de lo que quedaba de la anterior juerga.
Sid se acercó a Steward y Matilda y avisó de que se llevaba a Steward. Los dos se apartaron de Matilda y hablaron. Steward pensaba que alomejor alguien podía haver cogido el arma. Mientras lo discutían Matilda sacó de su bolsillo las dos balas. Mientras las miraba con decisión recordaba que le había dicho James. Podría ser que alguien los hubiese querido unir, pero, ¿Para que? eso se preguntaba ella.
Matilda escuchó los pasos de Steward, volvia a recoger, rápidamente dejó las balas en su bolsillo y se giró. A Steward y Matilda solo les separaban 2 centímetros. Matilda puso una cara extraña. Entonces ella le informó de que iba a dejar de buscar, que debía hacer antes un par de cosas.
Se apartó y subió al segundo piso si así se podía llamar. Vió en el suelo cigarros y botellas, se acercó a aquella parte del suelo y en ese momento el suelo se rompió. Matilda por suerte quedó colgando. Pidió ayuda gritando. Mark se giró para ver que pasaba. Les separaban centímetros pero Mark no se atrevía a cogerla, se sentía inmovil. Steward corriendo se acercó, dió un empujón a Mark haciéndolo así chocar contra la pared para poder pasar. Mark no se movió, seguía sorprendido y en un estado parecido al de shock. Steward cogió a Matilda de los pies y le pidió que se soltase, que él ya la sostenía, Matilda se fió de él y lo hizo. Por suerto solo se balancearon un poco, no se cayó nadie.
Sid se acercó y propuso prohibir la subida a arriba, porque era bastante peligroso. Todos aceptaron y ligaron una cuerda desde la barandilla de la escalera hasta la ventana del almacén.
Matilda quería subir, porque sabía que arriba habían respuestas. Pero puesto que en ese momento no podía decidió seguir ayudando a Steward.
Steward no paraba de quejarse de que Mark apenas se inmutó. Pero en parte, según lo que decía, estaba feliz, porque almenos la anterior noche hizo algo de lo que se enorgullecía. Matilda, dudosa le preguntó que era esa cosa que hizo. Steward le dijo que con una botella partida le cortó a Mark la noche anterior, luego, dejó por ahí la botella. Matilda le preguntó si se sentía orgulloso de haber sido el causante de su caida. Steward no entendía nada, así que Matilda le contó que ella provablemente se había caido porque el suelo estaba dèbil, provablemente porque ahí alguien había soltado algún líquido. Steward ya no se enorgullecía de lo hecho, por eso le pidió perdón pero aún así ella se fue. Decidió ir a buscar a James, debía hablar con él sobre esa persona que lo había planeado todo.
Mark no sabía que hacer, ahora, para colmo, casi moría alguien por su culpa. No sabía que hacer, no se fiaba de sí mismo. Mark dudoso, ya que quería respuestas se giró de manera que estaba contra la pared, así no le veian. Entonces, sacó de su pantalón el arma de fuego y quitó el cargador, no podía aguantar más, Mark quería respuestas y ya.

James ya había comprado casi todo, tansolo le faltaba una botella de Mojito. La cogió, pero las manos le resbalaban así que se cayó al suelo la botella. Cristales de todo tipo de tamaño saltaron por los aires. Así se clavó varios James cerca de los nudillos.
James miró a su alrededor, nadie lo vió, así que decidió irse a otro pasillo. Una vez en el pasillo de refrescos se quitó los cristales y como la curiosidad había crecido en su interior, miró su mano a ver hizo resbalar la botella. Resultaba ser que tenía sangre en la mano. Tenía sangre pero no herida.
Mark estaba a un paso de desmayarse. En el cargador de la pistola solo habían 6 balas. Faltaban otras dos. Guardó el cargador y con él, la pistola.
Ya no dudaba, ahora sabía con exactitud que él había asesinado a alguien. Y el quien ya lo sabía de antes, Arnold.
Steward y Sid hablaban de para que podía ser la pistola que vieron. Nadie de ellos se explicaba para que era, pero sabían que para nada bueno.
Matilda no sabía a que supermercado podía haber ido James, pero por suerte, ella conocía bien esa zona. Pasaba por ahí al ir a su antiguo colegio. Entró en un supermercado que vió. Una vez ahí pensó en que le habían pedido. Una vez recordado, supo donde ir. Conociendo lo vago que era James lo último que habría ido a buscar sería las bebidas alcoholicas, ya que eran varias. Fue hacía ese pasillo y vió como había solamente un chico limpiando el sulo. Entonces escuchó un ruido del pasillo de la izquierda, se dirigió hacía ese pasillo cuando de repente salió James por la otra parte del pasillo. Así, sin mirar atrás, corrió hasta la caja. Esa era una salida trasera del supermercado, por ahí salía poca gente. Rápidamente pagó todo y se fue. Mientras se iba, un vagabundo le pidió dinero, James no podía esperar, así que le echó una moneda y se fue.
Mark se acercó a Sid y Steward. Lentamente, dijo que tenía que informarles de algo. Ellos callaron para escucharlo, pero Mark no dijo nada. Steward le aviso de que no quería perder el tiempo, que si algo quería decir, que lo contase ya. Mark, indeciso decidió explicarlo todo, así que sin pensarlo más, les informó de que creia haber matado a Arnold. Para ayudar la explicación sacó la pistola. En menos de un segundo, Steward arrancó el arma de las manos de Mark. En dos rápidos movimientos Steward comprovó las balas. Faltaban dos balas. Dejó el cargador y la pistola encima de una de las montañas de colchones y seguido, le preguntó de donde sacó la pistola. Mark afirmaba no recordarlo. Steward le golpeó en la cara, pero eso no ayudó.
Matilda cambió de pasillo pero no había nadie. Se quedó pensativa hasta que escuchó desde la caja un gracias. Matilda sabía que había estado ahí y eso ya lo confirmaba. Salió corriendo hacía la caja pero no había nadie. Matilda usó sus dotes de gimnasia para saltar la pequeña puerta que separaba la salida y entrada de las estanterias y productos. La señora de la caja dijo que debía cachearla. Aunque Matilda insistia en que no llevaba nada, la mujer de la caja se acercaba a ella. Ella huyó por la puerta para no perder a James. Al final de la calle lo vió. Corrió hacía él mientras la dependienta le seguía. Matilda llegó a la esquina, donde lo había visto por última vez. Paro ahí, pero no lo vió. La dependienta no podía más, pero al ver que Matilda se había parado, decidió hacer un último golpe de fuerza y correr hacía ella. Matilda sin ver que le seguian decidió correr e ir mirando todos los locales que habían en esa calle, a saber si en alguno estaba él.
James había entrado en una farmacia, quería hacerse otro pendiente. Dejó las bolsas ahí y entró a la salita en la que le haría la señora el pendiente.
Steward y Sid acababan de encerrar a Mark en el almacén.

Mark estaba sentado en la montaña de colchones que había dormido mientras que Steward y Sid hablaban sobre el arma.
Sid insistia en que Mark era quien lo planeó todo, pero aun así, Steward creia que fue otra persona. Steward dudaba de James.
Matilda entró de repente en ese recinto, Steward cogió el arma y la apuntó en un rápido movimiento. Al ver que era ella, bajó el arma. Matilda no entendía que pasaba, por eso lo preguntó.
Sid le explicó el conflicto de Mark. Matilda entonces dijo que ya hablarían de eso, que James tenía un documento en el que hablaba de el plan que usaron, esa sería la prueva que demostraría que Mark era el culpable. Steward informó a Matilda de que James no estaba ahí. Matilda preocupada les contó que lo había seguido pero lo perdió, que pensaba que le podía haber pasado algo.
Una sombra se asomó por la puerta cuando Steward cogió la arma y sin apuntar, disparó.
El ruido había llegado al almacén. Mark que se estaba durmiendo se despertó e hizo un mal gesto, lo que provocó que la montaña de colchones se desmontase y él cayese. Se levantó inclinandose a su derecha cuando de repente vió una puerta.
Miró a su alrededor, y evidentemente, no había nadie. Dudoso, puso la mano en el paño y al cabo de algunos segundos, decidido, giró el paño y abrió.
James salió de la farmacia, ya tenía un pendiente más, aunque no le iba a juego con el otro pendiente. Cogió las bolsas y fue hacía la "casa" si así podía llamarse.
Por su lado pasó un coche policía, pero ni se inmutó porque sabía que si se movía llamaría la atención. El coche disminuyó la velocidad, moviendose así al ritmo de James.
James, a la que el camino se partía se movió hacía un callejón para perderlos de vista. Una vez en el callejón, cuando no le veian corrió hasta cruzarlo. Y una vez cruzado, caminó hasta el callejón en el que estaba el recinto. Vió unos pies fuera, como si alguien estubiera estirado. Preocupado, corrió a ver que sucedía.
Había un cadaver en el suelo, apoyado contra la puerta abierta. Steward apuntó a James. Por suerte se fijó en quien era antes de disparar. James no entendía que sucedía, así que pidió respuestas.
Mark no se creia lo que veia. Ahí estaba Arnold en el suelo, sin conciencia o tal vez muerto. Una fuerza apretaba el pecho de Mark y lo hizo aun más cuando vió en el suelo un casquillo de bala. Se apoyó en la otra pared, ya había cruzado la sala. No sabía que hacer, no se veia con valor para decirlo a los demás.
A James le explicaron lo sucedido, una mujer siguió a Matilda y Steward la disparó sin pensar. James, entonces, aprovechó para contarles que vió un coche patrulla por la calle y que creia que le seguia. Todos estaban nerviosos. Sid dió un consejo: Huir a otro hogar. Todo el mundo aceptó y se pusieron manos a la obra, cogieron la pistola y se repartieron la comida cuando de repente, la puerta del almacen se rompe y sale del interior un colchón con Mark escondido. Los cristales de las translucidas ventanas de la puerta cayeron sobre él, por suerte solo le cortaron, ninguno se clavó.
Mark, con el cuello sangrando se levantó y les dijo que tenían que ver algo, que Arnold estaba ahí. Steward dejó junto con los demás todos los productos que había comprado James en una montaña de colchones y se acercó. James no estaba entre ellos, James estaba parando a un taxi. Steward sacó la pistola y la preparó, pensaba que era una trampa. Entraron al almacén y caminaron hasta la puerta. Vieron a Arnold ahí. Sid fue el primero en acercarse, intentó de escuchar el corazón de Arnold, pero sin ánimo de encontrar nada ya que aparentaba estar muerto y el que podía considerarse medico de ellos era James.
Sid notó el corazón de Arnold. Sid, contento, informó a los demás gritandolo a los cuatro vientos. Mark se acercó empujando a Steward y lo levantó, bajo Arnold había un váter hecho añicos y más casquillos de bala. También había una rata que al levantarlo salió corriendo por un agujero de la pared de madera.
Lo llevaron hasta la entrada, una vez ahí, le quitaron trozos de ceramica clavados y le dieron bofetadas para que se reanimase. Arnold se despertó. Puso la mano en su cabeza, gesto de daño de cabeza y preguntó que había ocurrido. Sid le explicó que hubo una noche de fiesta y que no se sabe como, acabó ahí.
Mientras Mark le daba agua de la que había comprado James Arnold recordó lo sucedido. Él se había despertado por la mañana. Y en un momento, salió del almacén y subió arriba a buscar unos papeles. Arriba, resbaló con algún líquido y cayó sobre una zona de madera dèbil. Aunque Arnold intentó agarrarse al suelo y a los colchones, cayó en el interior de aquella salita escondida donde estaba el váter. Los demás ya supusieron que entonces se hizo daño y cayó en un estado moribundo.
Arnold, entonces recordó que ahí era donde él afinaba puntería con un arma que tenía él. Steward empezó a pensar. El arma era suya, y si alomejor subió arriba a buscar los documentos de los que hablaba Matilda. James informando de que había parado un taxi entró, y al ver a Arnold ahí, con mucha ira se acercó y con el puño izquierdo le golpeó en toda la cara. Matilda y Mark los separaron porque les pareció que Arnold iba a continuar la pelea. Ellos no se equivocaban, iba a haber una gran pelea, pero no pudieron saber con exactitud si iban a pelearse o no puesto que Steward disparó a Arnold. La bala perforó todo su ojo haciendolo polvo y matandolo.
James asustado en poco menos de un segundo, cuando todavía no había impactado la bala, empujó a Mark y se hizo atrás tapando así con el brazo izquierdo a Matilda.
Matilda se sorprendió, pero en ese momento por su cabeza pasaban muchas cosas así que no quiso pensar nada, decidió improvisarlo todo.
Sid se avalanzó sobre Steward y le tiró el arma por el suelo. Sid con rabia le preguntó el porque de aquella acción repetidas veces. Steward se giró con un movimiento que dejó en el suelo a Sid y no a él. Entonces se levantó y explicó todo. Hizo creer a los demás que Arnold les había pensado una trampa, tenía todo planeado desde un principio y también tenía el final: El arma.
Lo que dijo Steward no fue muy creible ya que no había un porque, pero todo era cierto y encajaba. Sid, con sangre en los labios por morderselos para aguantar la rabia lo entendió. Entonces afirmó la creencia de Steward. Eso era díficil de creer, Sid y Arnold eran muy amigos, si él decía que tenía razón, ¿Quienes eran los demás para dudarlo? Mark lo entendió y no hizo nada. James y Matilda no hicieron nada, y así se sobrentendió que no iban a hacer nada.
James y Matilda fueron saliendo cuando Sid descubrió el porque, lo que haría creible la historia. El motivo de todo aquello era ella, Matilda. Seguro que si miraban en los cajones de arriba habían planes para hacerle creer a Matilda que la muerte de los demás era un accidente. Arnold quería estar con ella, a los demás los necesitaba para huir. Eran los suficientes para que así saliesen ideas cercanas a la planeada, y así, Arnold mejoraría el plan convirtiendolo en el suyo.
Sid no vió el porque contarlo, ya todos lo creian, no hacían falta pruevas. Mark, puso el brazo sobre Sid, eso hizo que Sid se transformase en una fuente de llantos. No paraba de llorar. Mark, al ver lo que hizo por simplemente demostrarle que él estaba ahí para todo, dejo ir su brazo y lo puso en su cuello para tapar su herida. Steward no creia lo sucedido, estaban a un paso de ser libres, pero dejaban atras a un amigo, traidor, pero ante todo amigo. Steward explicó a Sid antes de salir por la puerta que le hubiera costado deshacerse de ellos, que Arnold también se había encariñado con ellos y en especial, con Sid y Matilda. Sid vió más motivo para llorar pero no lo hizo, simplemente sonrió y esperó a Steward para salir. Steward cogió del suelo el arma y salió. Las caras felices y tristes pasaron a ser simplemente tristes. Dos coches policia les esperaban en la única salida del callejón. Ellos se miraron entre sí pero se vieron inpotentes ante ellos.

"Querido diario, hoy hace justo un año de que nos fugamos. Hemos celebrado una fiesta, a ella, solo han ido los que quedamos, es decir, pocos.
A todos nos encerraron, pero a los 5 meses nos hecharon. Nuestras familias vieron el fruto de la ignorancia que nos daban, además, prefieren controlarnos ellos. Pero mejor, escribiré que nos pasó a cada uno:
Se podría decir que Mark ha sido el que mejor ha salido de todo esto. Durante tres meses fue acudiendo a un psicologo y gracias a este, todo se ha solucionado.
Arnold, ya se sabe, por desgracia falleció, en paz descanse.
De Sid sabemos poco, huyó a Argentina, sus padres vieron toda la huida por un lado muy negativo.
Matilda, está bien. También acudió a un psicologo, pero tansolo un mes. Y ahora, yo y ella salimos.
Steward está en coma y condenado. Tiene encima 6 o 8 años por asesinato, no los sé, la verdad. Resulta ser que tras pillarnos la policia todavía quería demostrarnos que tenía agallas de todo así que intentó huir. Pero no le salió bien lo de intentar huir con la pistola por delante, un policía le disparó entre ceja y ceja. No murió porque la bala no impactó bien, tansolo golpeó el cerebro haciendo que rebotase este, y hasta ahora y mucho más tiempo, supongo, estará en coma. Pero en parte, él, a parte de ser un loco, era buena persona, lo hizo por todos. Es su manera de expresar el amor por nosotros, sus amigos. Y no me parece estúpido lo que hizo, me parece un gesto de alguien muy valiente y alguien que a pesar de todo, sabe lo que se hace y sabe por quien lo hace. Bueno, me he de ir, Matilda me ha pedido que baje así que... No tengo nada más que decir, bueno, si... Si quieres ser recordado, ante todo, corre niño, corre.
James"

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