TRAICIÓN Capítulo 01 - Jodido Darwin

13 de Septiembre del año 2019.
A las espaldas de los jovenes estudiantes que harán 4º de ESO, se ha aceptado el plan Darwin. Un plan que consiste en aprovechar los dotes de rabia e ira que tienen ahora para usarlos en un futuro no muy lejano en la guerra. Estos estudiantes, con la edad que ingresen a este curso harán una prueva de la cual si salen vivos, irán a la guerra. De cada grupo únicamente 3 pueden salvarse. Los grupos son de 10 aproximadamente, un tercio de una clase de 4º de Secundaria.
En el plan Darwin, cogen a distintos grupos y los ponen separados por un bosque. Todos tienen armas pero eso no es suficiente para asesinar a un compañero. También se les informa que uno de ellos explicará todo a los organizadores del plan, es decir, hay un traidor en cada grupo. Además el traidor cuenta con un GPS y le van enviando algunos chivatazos.

"Querido diario, falta tansolo un dia pa' que empieze el insti, estoy nerbioso i..."
Derek tachó todo y salió a tomar el aire.
Era el último dia de vacaciones, no había hecho los deberes de verano, no había ido a las pruevas de recuperación y no había saboreado del todo el verano.
Con unos 6 saltos llegó a abajo, una vez ahí salió de casa. Fuera, bajo la fría brisa que corre en las noches de verano, cogió su telefono móbil y llamó a Abel, su mejor amigo del instituto. La llamada no pudo hacerse, escuchó tan solo un mensaje que decía " La llamada no ha podido hacerse, nuestro servicio está en reparación. Gracias. ".
A Derek ni se le pasó por la cabeza ir a visitar a Abel, ya que vivía a 45 minutos de ahí con moto. Triste, entró en casa de nuevo.

El despertador hizo abrir los ojos a Derek aquella mañana, había de ir al colegio, era el primer día de escuela, debía ir si o si, aunque su cuerpo decía que no.
Una ducha fría lo despertó del todo, luego, se vistió aún humedo y se fue rápido ya que el reloj marcaba las 10:55.
Aquél día les habían dejado entrar más tarde, mucho más, pero aún así, Derek llegaba tarde. Cruzó casi todos los semáforos en rojo para llegar lo antes posible.
Ya estaba en el instituto, pero antes de entrar, antes de cometer ese bruto error un profe le informó:
- Espera... Tú eres Derek, Derek Éxiga.
- Sí - Contestó Derek extrañado-. ¿Porque?
- Los de tu curso ya se fueron, ¿No leiste el papel? Hoy había excursión - Añadió el profesor.
- Oh... Mierda - Dijo Derek mirando hacía otro lado.
- Pero aún estás a tiempo, dirigete a la plaza España, ahí, con un poco de suerte los encontrarás esperando el bús privado.
Derek, sin decir gracias ni nada, salió corriendo de ahí. Tenía que subir solo dos calles. Corriendo esta vez más que nunca se dirigió hacía la plaza. Mientras corría, por su mente pasaban pensamientos estúpidos cómo "¿Para que una excursión el primer día?" o "¿Porqué no dejé en la taquilla de la escuela la mochila?, hoy no la usaré".
Por fin llegó a la plaza, ahí estaba un grupo de su clase. El profesor que había ahí le dijo que se acercase, y una vez todo el grupo junto dijo:
- Bueno, ya sabeís a portarse bien hoy, ¡Eh! Je je - Derek y Alba notaron que aquella risa no era finjida -Bien ahora, si no teneís ninguna pregunta, ahí viene nuestro bus.
- Una cosa, ¿Porque vamos en tres buses? Con uno bastaba, los anteriores grupitos no llenaron el bus - Dijo Ark.
- Por seguridad. Nunca va bien ir justos. Si sufrimos un accidente, ahora que es tiempo de guerra, todos perderiamos la vida. Así que mejor dividirnos - Dijo el profesor Julius.
Aún así, Ark lo encontró una tontería.

John se levantó con el sonido del despertador. Marcaban las 10. Entonces miró el reloj y sonrió. Acto seguido, lo volvió a mirar y grito preocupado:
- Mamá, que no me arreglaste el reloj, ¡Que llego tarde!
Mientras se ponía la primera camiseta que encontró en su silla oyó un gran golpe, seguido un grito y unos tiros. Quedó medio segundo dudoso, y tras eso se puso la camiseta del todo y se dirigió a la puerta, quería saber que había pasado. De golpe la puerta se abrió con brutalidad rebentando su candado y golpeandole en la nariz. Eso hizo girar a Jhon y caer de rodillas mirando la cama. Antes de soltar el típico "Ah..." de dolor, dejó de taparse la nariz y puso la mano en el colchon de su cama. Entonces, se levantó girandose hacía la puerta y vió a dos hombres que parecían venir de la guerra como le apuntaban con rifles.
- No te muevas - Dijo uno.
John no se atrevía a decir nada, así que simple mente soltó:
- Ah...

Todos estaban en el bus cuando Julius cogió el móbil y susurró:
- Son 9.
Seguido, esperó y luego colgó. Ahora asintió la cabeza señalandole algo al conductor del bus. El conductor, pulso un botón y abrió su cajón. Tras esperar unos segundos, del cajón sacó dos máscaras. Una la lanzó al profesor y la otra se la puso él.
El profesor y el conductor llevaban ya máscaras, ahora, el conductor pulsó otro botón, este emitió un ruido, como si las puertas se volviesen a cerrar.
Ark, que vió todo eso en seguida descubrió que había asegurado la puerta, entonces, mientras el profesor les pedía que le prestasen atención se levantó y fue por el pasillo.
El profesor, sin girarse por miedo a la reacción que tuviesen al verle con máscara dijo desde su asiento:
- Ahora, sentaros bien y rectos, que ahora hay mucha policía.
Todos ellos hicieron caso menos Ark que caminaba por el pasillo.
El conductor pulsó un tercer botón, este desprendió un gas en todas las butacas que habían en el bus. Este gas que los dormía, más el que lentamente se expandía por el aire, aseguraban que todos se durmiesen.
Julius se levantó y con un spray le lanzó un gas a Ark en la cara. Era el mismo gas que dormía, además, ahora le había dado de lleno, así que Ark se movió un par de segundos en el bus y acabó cayendose al suelo. El conductor hizo un giro inesperado, eso hizo despertar un par de segundos a los alumnos que ya se habían dormido.
Derek, que estaba contra la ventana abrió los ojos y dijo:
- No...
Era lo máximo que podía hacer tras ver un bus en los que iba un grupo de su clase volcado en la carretera.

Todos despertaron en un bosque. Dónde estaban cuatro soldados del ejercito español y Julius.
- Ahora que todos estamos despiertos - Dijo Julius -, voy a deciros algo. Pero antes, un previo aviso, no hagais el mínimo movimiento, sino, dispararán. Actualmente, España está muy mal, ya sabeís.
Todo el mundo dijo que sí dudosos.
- Y también sabreis que actualmente se está planeando una unión de idiomas, paises y monedas - Nadie dijo sí, pero Julius continuó -. Pues bueno, resulta ser que en Europa, donde se decidió que tansolo debería haber un país, hay una guerra brutal. Todo el mundo quiere que sea su país quien de nombre al nuevo país y que sea su lenguaje el único que dure. Y por ello, el ejercito español necesita más gente. La nueva ley aplicada el 24 de Agosto permite a mayores de 15 ir a la guerra, así que para reclutar a gente, hemos decidido hacer este... Concurso.
Nadie entendia nada, pero tampoco se atrevirian a hablar si lo entendiesen.
- En este concurso deben quedar solo 3 personas. Las demás, deben morir - Añadió con seriedad Julius -. Cada uno de vosotros recibirá un arma, todos una pistola. Y tendrán tantas balas como participantes, y sí, hemos tenido en cuenta que ha faltado John.
Por fín alguien se atrevió a hablar, este era Axel:
- Entonces, John que ha faltado, ¿No hará nada? Pues vaya suerte.
Julius, entonces dijo:
- No tomes la respuesta por dada. John ha sido directamente clasificado, John ahora debe estar en camino de ser un gran soldado.

Una máquinilla le estaba cortando el pelo a John mientras pensaba en que preguntas haría después.
Por fín lo acabaron de rapar. Aquél peinado no le quedaba nada bien, pero debía conformarse, a la mínima podían soltar una bala para él. Ahora se reunió con más gente, gente que también había faltado a clase aquél mismo dia supuso John. Todos estaban en una especie de sala de actos, ahí debía hacer las preguntas. Tomo asiento en donde le dijo el soldado que le acompañaba y tras esperar unos minutos, empezó a escuchar las preguntas.
Todas eran casi lo mismo, que pasaba y que hacían ellos ahí. También alguien pregunto que porque ellos.
Cuando escuchó "¿Alguna duda más?" se levantó y dijo:
- Sí, una. Eh... Este estúpido plan, ¿Quien lo ha hecho?
El que estaba en aquél altar, un hombre de unos cuarenta años tomó aire y se acercó al microfono para dar la respuesta.

Julius continuó:
- Bueno, y que no se me olvide la información más importante. Teneis una semana para quedar solo tres, sino, o se tomarán estadísticas de todo y se escojeran los mejores o dejaremos jugar al azar, ¿Sabeis que es la ruleta rusa, verdad? Bueno, todo depende del tiempo que dispongamos dentro de una semana.
Cuando todos iban a levantarse, Julius añadió:
- ¡Ah! Y uno de vosotros, es un traidor. Como lo escuchais. Uno de vosotros, desde el trasto este que os hemos dado a cada uno de vosotros, tiene contacto con nosotros. Por lo cual, no hagaís cosas absurdas ya que él podrá contarnoslo todo, además, el cuenta con un GPS. Bueno, ahora si puedo dar por hecho el trabajo. Ahora, hasta que no oigais un disparo, no os levantareis.
Los soldados y Julios se fueron dirigiendo hacía el coche que tenían aparcado tras donde ellos estaban.
Albert, se lanzó sobre Julius cuando de repente un soldado le disparó.
Julius, lo dejó en el suelo y dijo:
- Os sobra una bala, y una pistola de más.
Ya nadie más se atrevió a ir contra ellos. El coche arrancó y cuando no se les escuchaba, dispararon al cielo. Todos se levantaron y miraron bajo ellos, habían paquetes. Antes de cogerlos, se miraron entre sí y empezaron a hablar sobre eso.
Mientras todos los del grupo charlaban, John escuchó la respuesta "Yo, Darwin Ownel".
John iba caminando hasta su compartimiento mientras por el bosque estaba su grupo, con las chicas llorando.

John, una vez en su celda dijo:
- Jodido Darwin.